Hay mujeres que no saben poner límites, que no se cuidan, que no son conscientes de aquello que les hace daño, especialmente las jóvenes. El dejarse penetrar indiscriminadamente consume su energía vital y menoscaba su poder y su fuerza creadora. la matriz es un centro de percepción y toma de decisiones; el hara es un centro energético y se dé de la vitalidad, el bienestar y el ánimo, cuna de nuestro instinto y fuerza vital, lugar sagrado con el que necesitamos reconectar y ser plenamente conscientes ordinaria fuerza generadora de vida.
Cuando una mujer tiene relaciones sexuales con hombres egoístas que no la aman está acentuando la herida sobre lo femenino. la mujer que da sexo a cambio de amor paga un precio: suele enamorarse al practicar sexo porque su naturaleza es amar en las relaciones sexuales, se abre para recibir y después te siente vinculada. He visto en consulta a muchas mujeres con heridas sexuales y diferentes síntomas físicos y psicológicos (depresión, inseguridad, desvalorización, ansiedad, culpa) que han estado en relación con hombres narcisistas, ausentes en las relaciones sexuales, perdidos en sus fantasías de autosatisfacción.
La propia mujer se daña cuándo actúa desde un patrón masculino, con una sexualidad superficial desligada del corazón, al permitir que el hombre la use para descargar y aliviar su tensión sexual, en un acto sexual qué es una forma de masturbación. Ahora bien aquello que no es bueno para ella tampoco puede serlo para el, tengamos en cuenta que ese mismo trato poco considerado el lo tiene consigo mismo, aunque no sea consciente también está agrediendo a su ánima, su parte femenina.
La pelvis es un contenedor de energías físicas, emocionales y espirituales. Es la zona de la creatividad, expresividad, sensualidad. la matriz es depositaria de la historia sexual, tanto de las buenas experiencias eróticas como las traumáticas. la pelvis refleja la sexualidad, la capacidad de enraizarnos y encontrar nuestro lugar en el mundo. Disfrutar de una pelvis sana posibilita de la mujer gozar de una buena sexualidad y vivir de forma natural sus ciclos femeninos. cuando la mujer se libera de la coraza de su pelvis la energía fluye y la creatividad se libera, recuperar la fuerza y el poder de su Jara y empieza a integrar el arquetipo de la mujer salvaje.
La sexualidad tántrica representa una ayuda extraordinaria en la sanación de las heridas sexuales de la mujer, y también para las del hombre, porque tiene un elevado poder transformador capaz de librar todos los planos, desde el físico y el emocional al espiritual, y hace posible incorporar en cada encuentro amoroso una nueva información en el cuerpo y el alma desde el respeto, la consideración y el amor incondicional.
En palabras de Barry long: “Haz el amor por amor, solo por amor. Y cuando estés haciendo el amor no esperes nada más allá de ese momento. Si no hay suficiente amor en tu compañero, deja de hacerlo; no hagas el amor.”
Es esencial para la mujer que transita un camino de consciencia ser extremadamente cuidadosa en la elección de sus compañeros sexuales, lo que lejos de estar a favor de la represión o la negación de la libertad sexual significa ir un poco más allá y ser plenamente responsables y conscientes de las consecuencias de nuestras elecciones.
Ascension Belart